diciembre 03, 2011

Del Comeflorismo Urbano al Guerrerismo Neo Rural

Atención: Dirigido a: COMEFLORES, FLORIPONDIOS, ECO-CIBER-ACTIVISTAS y AFINES:

"Progresso − dalla idiozia contadina alla banalità cittadina"
Roberto Bazlen
(y añadiría yo: ¿y viceversa?)



Esto es una confesión o advertencia para aquellas personas que siendo ajenas al entorno campesino les da por emprender una vida ecológica o desean volver a la naturaleza en cualquiera de sus formas. Entonces, a ti, lector/@, que anhelas encontrar el sentido verdadero de la vida, vivir de forma sostenible y autosustentable, disfrutar de un ámbito bucólico o fumar porro todo el día (otra forma de decir lo mismo), quizás ver hadas y duendes, comunicarte con los animales, erradicar la pobreza y el hambre del mundo, ganar el premio Nobel de la Paz, salvar el planeta del apocalipsis climático...(musiquita instrumental in crescendo y final abrupto) o cualquier otro tipo de ideal con tinte verdoso... en fin, he dudado mucho sobre si escribir esto o no, pues en general no me gusta desalentar a la gente, menos fungir de abogado del diablo en materia de sueños, aunque si eres como yo, o sea, terrrc@ 'e bola, igual vas a seguir adelante con tu "proyecto" y cuando te desesperes te quedarás mirando "ay, pero qué lindo que es el paisaje" (ah porque te participo: desde el momento en que concibes el desatino, déjame decirte que se firma una especie de contrato invisible, o pacto demoníaco, entre tú, la parte interesada, a partir de ahora y para estos efectos, EL/LA COMEFLOR o CONTRATANTE, y por la otra el destino cruel, o parte solicitada, en lo sucesivo, LA CONTRARIADORA o VIDA REAL o simplemente CONSPIRACIÓN, por medio del cual de ahora en adelante la obsesión insana por una vida sana ha de calificarse eufemísticamente y también y sólo para estos efectos como EL PROYECTO). Y en realidad no se trata de desanimar, pero es que yo considero que alguien debería decir la verdad sobre las partes escabrosas de la vida a ver si los otros no se(nos) descalabran(mos) por el mismo despeñadero... todo esto viene porque a mí me molesta cuando me pasan cosas para las cuales no tengo marco de referencia, algo así como la tabla calórica de ingesta diaria, para saber si estás por encima o por debajo del promedio de consumo y las posibles consecuencias de un desbalance en uno u otro sentido, como cuando sabes el exabrupto carbohidrático que cometes al zamparte una torre de profiteroles...

Dejemos a Harkalya tejiendo su sueño, que mientras tanto me lo calo yo. Y lo que quiero confesar o advertir a cualquier citadino que esté tratando o queriendo dejar de serlo, además de la inconveniencia de la jartazón de carbohidratos azucarados, es que uno -que proviene de un entorno donde todo es metafórico-, no está preparado para un entorno donde todo es literal. Es decir, los citadinos no estamos hechos para pasar roncha  y principalmente, nos cuesta acostumbrarnos a tanta mierda, literalmente, tanto así -tanta mierda.- que a ese tema le dedicaré un artículo completo. Quizás te pasa como a mí y no te encuentras en  ninguna parte, entonces igual te vas a lanzar a la aventura de volver realidad tu PROYECTO, al menos de intentarlo. Desde ya te digo que deseches toda idea edulcorada y almibarada. Si quieres miel recibirás primero -y quizás solamente- los aguijones de las abejas. Abandona toda pretensión, toda expectativa, haz planes a sabiendas de que no se cumplirán en el tiempo previsto. Si tienes delicadeza apréciala ahora, antes de que la pierdas por completo. Resígnate a endurecerte. Olvídate de ideales, de conciencia. Aquí las cosas no se arreglan con escribir un manifiesto o pulsar un botón. El monte es rudo y duro. Sobrevivir es la nueva consigna. El ejército es de a 1. Uno contra todos, todos contra uno. Como los Mosqueteros, pero al revés, porque, recuerda, la parte solicitada es LA CONTRARIADORA o simplemente CONSPIRACIÓN, sólo para estos efectos.

¿No me entendiste? Quizás es porque lees esto fuera de contexto. ¿Pero acaso no lo estamos todos últimamente? La confesión es que sólo sigo aquí por terquedad y nostalgia, terquedad porque no tengo hacia donde retroceder y eso me hace seguir con férrea voluntad; nostalgia de mi ingenuidad, de los motivos que me impulsaron a saltar, de la fe y esperanza. La advertencia es que la vida Neorrural es a tu propio riesgo. Van a desaparecer los problemas que te molestaban en la ciudad, o muchos de ellos que es decir bastante, pero aparecerán otros que te harán desear materializarte adentro de una estación de transferencia del Metro de Caracas en hora pico un día de cobro! 

¿Todavía no me entiendes, no tienes idea de lo que hablo? Me explico un poco, aquí en el campo: "con todos los hierros" no quiere decir que comas Corn-Flakes antes de salir de casa, "Glyfosan Forte" no es un nuevo jarabe contra la tos, "Loc@ como una cabra" es loc@ como una cabra, "allá abajo" es una referencia absolutamente circunstancial (aplíquese a cualquier dirección no cardinal, v.gr. arriba, atrás, adelante...), igual que "el otro día", no alude a ninguna fecha en específico. "Unos palitos para una cerca" pueden ser cien árboles de tu bosque. Por literal y no específico. Porque lo más curioso es que lo muy literal se convierte en ambiguo, como lo de no aclarar para no oscurecer. Y así sucesivamente. Pero no es nada personal. Y eso puede llegar a ser insoportable, para un citadino claro. Ellos -los de aquí- parecen estar acostumbrados y funcionar así. Es así, te dirán. Ante cualquier atrocidad.

No nombremos aquí al señor Monsanto y Cía., eludamos el tema de la política local, mucho menos se te ocurra ser mujer - que el machismo que vas a encontrar es harina de otro costal. Tampoco hablemos de los muy esporádicos e intencionales incendios forestales (algo bueno tenía que tener el pichaque, todo está húmedo, poco se quema y sin embargo ¡Qué susto!), ni de los capataces de haciendas vecinas que resuelven las peleas entre perros a machetazos (a mi perro o el tuyo, ni de vaina al suyo), no hablemos de la apatía de la comunidad, ni de las arbitrariedades vengan de donde vengan. No hablemos de goteras que caen a chorros o de ropa que no se seca, ni de invasiones de hormigas rojas a medianoche entre tus almohadas. Ni de cabras que se ahorcan por ineptitud humana. Ni de la economía aberrante. No, no estamos hablando de ninguna de esas cosas, esto es apenas una breve disertación, un pequeño desahogo sobre el abismo comunicacional que pesa sobre nosotros los ex-urbanos neo-rurales -abismo que no siempre estamos dispuestos a salvar porque siempre es el de uno el brazo a torcer-, no, hoy sólo estoy lanzando un gemido con el que pretendo llamar la atención de quienes, como a mí, les encantaría tener un manual de instrucciones para situaciones desesperadas, para estos huérfanos de Coherencia que habitamos el Caos tratando de explicarlo, de entenderlo.

Comeflores que nos convertimos en Guerreros ajuro.

octubre 17, 2011

Sísifa

Yo Soy Sísifa

Vivo en una montaña y tengo dos hijos. Todos los días trato de subirla empujando una roca y al atardecer, cuando estoy llegando a la cima, la roca me vence y rodamos juntas hasta lo profundo del abismo, donde dormimos abrazadas.

Ésta es mi roca:
Cantan los gallos. Despertar. Mear. Cara enjuagar dientes cepillar fregar platos y ollas de la cena ropa lavar casa limpiar (barrido breve) café colar -si hay- porro liar (porque la roca es pesada) conectar (porque después no me da tiempo o internet no agarra señal) cocinar cambiar pañal servir desayuno despedir niño grande alimentar niño pequeño y soltarlo en su corral limpiar y desinfectar perímetro de la casa con creolina (porque adelante cagan los perros y atrás mean los chivos) desayunar yo alimentar perros -4 adultos 2 cachorros- y gatos -2- fregar corotos del desayuno matar la chicharra mover "el rebaño" cagar mear - no tengo baño hay que ir pal monte-... ropa colgar más ropa lavar internavegar garabatear colorear recortar agua hervir lo que haya cosechar almuerzo planificar buscar morrocoy limpiar jardines algo sembrar cambiar pañal alimentar niño pequeño - merienda - recibir niño grande cocinar volver a barrer quitar telarañas del techo segur cocinando servir almuerzo volver a cambiar pañal bebé bañar comer todos bebé soltar tareas de tercer grado supervisar revisar rebaños -desenredar cuerdas-... liar porro y colar café -si hay- más garabatear colorear recortar pegar ropa doblar doblar doblar guardar rebaño mover pañal cambiar cena cocinar comer niños acostar pintar café liar porro colar garabatear escribir postear ropa doblardoblarmetumbó laroca rodamos cuesta abajo caemos  hasta mañana ya no puedo mássszzzzzzzzz 

septiembre 14, 2011

Inadecuada



Con frecuencia me pasa que me siento fuera de lugar. No importa dónde o con quién me encuentre. Y la verdad, es bastante incómodo. Sólo no me pasa cuando estoy sola (ahora, antes también).

Aunque mi mamá me curó tempranamente de las indiscreciones a punta de pellizcos - me explico: no es que cometiera muchas, pero los tales fueron tan significativos que se me quitó rapidito la maña de abrir la boca cuando no debía- no logró volverme "adecuada". Y aún sin indiscreciones, no obstante, como es bastante difícil traicionar y/o reprimir la propia naturaleza, no suelo cometer desatinos pero resulta que mis palabras y actitudes no corresponden con el efecto que yo quisiera o con la circunstancia en que las suelto (las actitudes y palabras), y ésta es una de las razones por las cuales no asisto a funerales, ceremonias religiosas, etcétera.

¿Ejemplos?

- Cuando quiero ser cómica, parece que soy ácida
- Cuando quiero ser profunda, parece que soy fría
- Cuando quiero ser objetiva, parece que soy despiadada
- Cuando quiero ser equilibrada, parece que soy distante
- Cuando quiero ser cuchi, parece que soy kitsch
- Cuando quiero ser madre, parece que soy grotesca
- Cuando quiero ser normal, parece que soy extravagante...

O sea, nada es lo que parece. Otra Oda a la Relatividad, punto para Einstein.

agosto 03, 2011

Invitación

Cuando los Cronopios se creen y/o comportan como Famas los resultados son sumamente extravagantes, como podrán percatarse al leer la invitación realizada por un particular matrimonio de cronopios que se enorgullece de su alcurnia y abolengo, al punto de realmente creer que pertenecen a la realeza, por el hecho de tener, literalmente, sangre azul:

INVITACIÓN

El Honorable Señor Don Azul de Metileno y su Venerable Esposa Señora Doña Violeta de Genciana

tienen el sumo y grato placer de invitar a Vd.

al Bautizo de sus Respetables Hijos

Añil, Garzo, Índigo y Cobalto

y Adorables Hijas

Azurina, Celeste, Malva y Lila.

La ceremonia se efectuará en la Basílica de Nuestra Sagrada Señora de Púrpura

Oficiará Su Exceléntisimo Cardenal Nazareno Zarco

Hora: Cuando Maduran las Berenjenas

Fecha: El Día de la Mora Dulce

Traje de Gala

RSVP


julio 27, 2011

"Disertación Vital" o "Vita brevis est" o "Qué carajo es la vida (o al menos, para qué)" o simplemente "Manifiesto"

Qué raro, veo a la gente tan orgullosa de todo, que si una boda, que si una graduación, que si los niñitos, que si el carro nuevo, que si esto y aquello, cualquier cosa, y a mí, no sé, como que nada me satisface o me interesa, todo me da como igual, lo que he logrado ya pasó y no me hace sentir ni frío ni calor, lo que no he logrado me incomoda pero no me quita el sueño; no me creo muy arrecha ni la gran vaina, sólo me importa hacer cada día lo que puedo y tratar de mejorar las cosas un poco, supongo que así soy feliz y no sé si es que de eso se trata la vida...

Cuando era niña creía que estaba predestinada para algo grandioso, de eso se trataría la vida. Cuando adolescente creía que merecía un brillante destino, mi futuro, es decir la vida, me parecía algo prometedor y lleno de esperanza. Cuando me gradué de la universidad ya me olía que el rollo de la vida era un fraude con perfume de fanfarria, pero era apenas una sospecha.

Hace un tiempo, cuando tenía expectativas, buscaba afanada la vida, hasta le escribía poemas a esa vida que yo estaba segura existía oculta en alguna parte. Porque sin duda que la escuela y la universidad no son vida sino preparación para la vida, pero después uno se gradúa, ajá, "lista para la vida" se diría, pero al menos yo no me logré convencer de que la vida fuera una semiesclavitud a sueldo mísero de quince y último, ni a tiempo parcial malpagado, ni a freelance subcontratada y peor... Así que sucesivamente, mientras más buscaba la vida menos me gustaba lo que encontraba. ¿Familia? Definitivamente nos viene por karma, pero ¿será el karma el meollo de la vida? no creo ¿Relaciones de pareja? no, ese peo no puede ser LA VIDA... ¿Amistades? unas muy frívolas, otras muy enrolladas, unas muy ocasionales, unas muy cercanas, pocas verdaderamente trascendentales... sin duda los amigos deben ser parte de la vida, pero la vida en sí, pues como que no, que si algo queda claro con los panas es que cada quien tiene SU vida... sea lo que sea que eso signifique...

Entretanto, o entretelones, la vida me encontró a mí, cómo lo díría, la vida se encontró adentro de mí, y me hizo correr. Porque es algo muy humano y natural (aunque lo natural ya no sea normal) que cuando uno no sabe muy bien qué hacer o adónde ir simplemente acelera el paso, ¡incluso si no te mueves para ningún lado!. Y bien, aquí estoy, echándole a la vida las bolas que no tengo, pero  no sé, será que estoy tan adentro de mí misma que es casi como estar afuera, en la soledad de mí, como flor de barranco, cogito ergo sum, sí soy, pero no me siento-soy ninguna de las etiquetas que pueda(n) guindarme, así que anglicísmicamente hablando (sí lo sé, abuso de mi licencia poética creando neologismos y juegos de palabras), más que soy, yo ESTOY hija, madre, nieta, sobrina, prima, hermana, cuñada, bruja, vecina, sentada, parada, vestida, desnuda, artista, ama de casa, repostera, homicida potencial, poetisa, narradora, profesora, ilustradora, amante, esposa, cocinera, lavandera, malcriada, menstrual, licenciada, dormida, despierta, furiosa, obstinada, depresiva, dramática, estoica, neurótica, efusiva, pasiva, evasiva, próspera, depauperada, iluminada, deportiva o lo que sea y nada de eso es lo que soy, a veces me desespero y grito, lloro en silencio, finjo demencia o cordura según el caso o me hago la loca y sonrío como me enseñó mi amigo Jimmy. No sé si es que me falta algo (además de la plata) o me sobra (además de los kilos), porque veo alrededor y la gente se la toma tan en serio a la vida y hablan tanto de la vida y tratan de vivirla todo lo que pueden la vida, y muestran orgullosos las postales de sus viditas, la vida, mientras que para mí es otro día la vida, un día más la vida, hasta cuándo la vida, para qué la vida, y no es que quiera morirme o piense suicidarme ni mucho menos, yo quiero llegar hasta el final y saber el resultado del juego... Porque es que yo creo -firmemente convencida- que la vida es un juego. Sólo que uno no se entera de las reglas ni del equipo... sólo supone. No hay instrucciones.

"Flor Eterna" Ilustración Digital por Angus

julio 20, 2011

El Flaco

Apareció una tarde a finales de junio del año 2009 frente a la casa donde vivía en ese entonces, la que yo apodaba "la chocita". Estaba viejo, sucio y enfermo. Sin embargo algo en su porte permanecía elegante y majestuoso. Otra causa perdida, pensé. -Ésas son las mejores- me gustaba decir en un lejano tiempo. 

Pasaron varios días, lo veía al salir en las mañanas y al volver en las noches, hasta que no aguanté más y le dejé un plato con comida y un pote con agua. En la mañana: vacíos... y ni rastro del personaje... bueno, agarraría fuerzas para seguir... pero al volver, en un rinconcito de la casa de Gonzalo lo vi asomando la nariz.

Ése fue el inicio de nuestra amistad. Con la confianza vinieron los baños, la peluqueada, el peinado, el cepillado de los dientes, el extirpado de pulgas y garrapatas, la cura de unas cuantas gusaneras y de un absceso que tenía en el cuello. ¿Asco? Desapareció a medida que nos compenetramos. Después me acompañaba para casi todas partes y hacía un escandalo si no lo dejaba seguirme. Como en esa época estaba en período de transición entre la chocita y mi terreno propio, lo asumí como un aliado, un familiar querido que había llegado a acompañarme.


Como ya era viejo no me pareció adecuado ponerle un nombre, o sea, lo intenté pero no lo logré: yo lo miraba fijamente a los ojos y le decía "¿Nico?... nada... ¿Lassie? nada... ¿Olafo? nada... ¿Torombolo? ¿Luis? ¿Marcel? nada... ¿Pirulín? ¿Gardel? ¿Pelúo? nada... él seguía echado, una pata cruzada sobre la otra, con la mirada melancólica y cansada, suspirando. Pero yo ya no podía seguir diciéndole simplemente "perro", así que empecé a llamarlo "flaco", que si "vamos, flaco, pa' casa 'e Lalo", "permiso flaco", "toma flaco" y así se quedó "El Flaco", porque al principio era puro pelo y hueso.


Mientras más nos conocíamos más me preguntaba yo ¿por qué lo habrían botado, qué habría pasado, lo buscarían en alguna parte? pues se notaba que en otro tiempo fue muy querido y consentido, hasta mimado. De cachorrito debió ser de lo más cuchi. ¡Si es que ese animal parecía gente! Entendía todo lo que uno le decía. El Flaco resultó todo un verdadero gentleman.


Y por esas cosas que pasan que son como pruebas de la vida o ironías del destino, cuando ya estaba bien bonito y sano, además de que por supuesto todos le habíamos agarrado muchísimo cariño, una tarde volvimos a casa y lo encontramos grotescamente muerto (¿y cuándo será que no es grotesca la muerte?)


-A ese bicho lo aliñaron- dijo Lalo. 


A mí se me hizo un nudo en las tripas. Desde la garganta hasta el intestino. Me dieron ganas de salir corriendo, llorar, gritar, todo al mismo tiempo. Pero como mi hijo aún no había visto nada, reprimí todo el drama y apenas una sola lágrima se me escurrió cuando le dije a Lalo con la voz quebrada -¿dónde lo vamos a enterrar?


Un par de meses después le sembramos encima un pino lazzo -el pino del Flaco- y hasta bromeé diciendo que éste sería el "pino Lassie". Y después traté de no pensar más en eso y de hecho lo hice, no pensé más en eso (y pues que no soy tan masoquista de ponerme a pensar en vainas que me depriman, coño, que para eso ya tengo suficiente con las circunstancias). 


Pero justamente por esas cosas que pasan que son como pruebas del destino o ironías de la vida, ayer cuando fui a cosechar en la mata de ají dulce de abajo, una rama del pino se me ensartó en la ropa. Cuando la agarré para zafarme pasó algo de lo más extraño: el arbolito se encendió con una luz espectral y los pájaros negros en lo alto del bucare ceibo se alejaron haciendo un sonido exactamente igual a los ladridos de mi amigo perdiéndose en la distancia. Enseguida lo supe, la raíz había llegado al cadáver y el alma del Flaco ahora emanaba de una nueva existencia vegetal. Mi compañero de camino ahora se levantaba para continuar junto a mí como un guardián fiel. "La vida no se acaba mientras el amor permanece", susurró en mi oído el Viento del Este. Escalofrío. Ésas son las sorpresas de la alquimia...





julio 05, 2011

Reflexiones de la Maternidad Crónica: Comida


Uno se pregunta cuándo es mamá si existe algo peor que tener que preparar cinco comidas al día (desayuno, merienda, almuerzo, merienda, cena) a perpetuidad o al menos hasta que los chamos completan su desarrollo o aprenden a cocinar por su cuenta - lo que suceda primero-. Y como mi amigo Murphy se encargó de cagarlo a uno con sus leyes, pues sí que existe algo mucho peor: No tener con qué hacerlo.

Menos mal que existe la teta... aunque mi chamito ya no se aguanta con esa chuchería, él sabe que le salieron dientes y para qué se usan. Y gracias a Dios sean dadas por los cambures, porque el otro se ve flaquito, pero no se crean, las apariencias engañan, no es falta de apetito ni parásitos intestinales, sino disposición genética esquelética sumada a la hiperactividad...  producto de la sobreestimulación precoz, me  dijo una vez una pediatra. El asunto es que los dos comen y no cuento precisamente. "Mami, ¿qué más me puedo comer?"

Y es que uno en su ingenua y comeflor fantasía neorrural como que cree que vas a sembrar moneditas y te va a crecer el árbol de la plata y que todo lo que pongas se va a quedar como en la granja Fisher-Price, si claro, estupidez humana infinita, como diría Einstein. En el mundo real, tardas nueve meses esperando que te salga un apio y cuando lo pares, digo, cosechas ya se te pasó la yuca, todavía le falta al ocumo y asi sucesivamente. Cuatro meses pa comerte una cachapa con maíz de tu propia cosecha, si tienes suerte. Pero como uno "no le echa nada" a las matas, es decir, que no uso agrotóxicos, que si no es una hormiguita, es un gusanito, o es una arañita, o es un pajarito, o la gallina que te picotea el huerto o el perro que te lo pisa o el chivo que se te suelta o la vaca del vecino que traspasó la cerca, o etcétera, porque la vida en el campo ES ASÍ.

Reto Reality Chou almuerzo del día: 200 gr de acelga, 10 tomates cherry, 1 cebolla, 1 cabeza de ajo, 1 pimentón (picoteado de gallina), 1 huevo (si la gallina pone el que le toca, que a veces se toma el día libre, la muy muy), cebollín, apio españa y lo que se encuentre por ahí, al propio riesgo. Tantas moras y fresas maduras como recolectes. Un poquito de miel. 
Tiempo: Lo que dure la siesta del bebé (entre 20 minutos y dos horas, el excedente será penalizado con una alarma increscendo instalada en el infante, mejor conocida como llanto).

La semana pasada hice magia. Esta semana me toca hacer milagros.

junio 16, 2011

Piojos

La semana anterior había sido intensa, pero ya se iban superando los contratiempos. El técnico había arreglado la lavadora y ya la montaña de ropa sucia disminuía considerablemente (claro, ahora tocaba hacerle frente a la montaña de ropa por arreglar); el albañil había retomado la construcción del baño y parecía que esta vez todo iría en paz (aunque por poco tiempo); después de diez días cocinando con leña por fin la bombona de gas ponía a chillar a la tetera como Dios manda... o sea, que aparentemente las cosas se encaminaban hacia la dirección que ella esperaba. Pero no contaba con la ironía del autor, que no gusta de ver a sus personajes muy felices o relajados. Así que mientras ella se mecía apaciblemente en su hamaca disfrutando del agradable clima de la tarde su tierno hijo apoyó  la cabeza en su pecho y al acariciar su lisa cabellera vio escabullirse nada más y nada menos que a los diminutos demonios que arrunarían su breve instante de absoluta felicidad: PIOJOS!


mayo 15, 2011

Reflexiones de la Maternidad Crónica (I): Lo que nadie nos dice

Añadir leyenda
Tengo más de seis meses tratando de escribir este post, no estoy segura de haberlo terminado, pero hasta aquí llegué porque si no no lo voy a publicar jamásss.

Empecé a redactarlo cuando estaba "a punto" de dar a luz a mi segundo hijo (espero también último) y ahora mi pequeño bebé ya tiene dos dientes. Como no había logrado terminarlo publiqué algunos de los textos engavetados que sobrevivieron a las mudanzas y otros múltiples vericuetos, así como algunas imágenes de mis recientes trabajos plásticos, que es como más me desahogo para no hundirme en la locura del absurdo cotidiano. Y es que durante los últimos seis meses no he tenido "tiempo", por paradójico que suene, así son los tiempos relativos de los que hablaba Einstein. Una de las razones por las que a pesar de mi muy honroso título universitario de Licenciada en Letras (así con mayúsculas) no logro articular coherentemente más de dos ideas entre sí ha sido LA MATERNIDAD (sí, así no sólo en las iniciales sino todo en mayúsculas) y más específicamente LA LACTANCIA MATERNA (ídem).

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua la MATERNIDAD se define como "Condición o calidad de madre" y "crónico, ca: (adj.) Se apl. a las enfermedades de larga duración"...

Sabido que la condición de madre es perpetua valga el adjetivo que da título a esta nueva sección de mis crónicas...

La maternidad me hace reflexionar a menudo. Sobre ella y a pesar de ella. Por ejemplo cuando estoy cocinando se me ocurren algunas de mis más brillantes frases literarias y filosóficas, lucideces instantáneas de la situación mundial, el plan de ordenamiento territorial de las comunas, la cosmogonía de reinos elementales paralelos y otros desvaríos similares de la conciencia que no obstante se esfuman por arte de magia al sentarme frente a la computadora y escuchar el estridente chillido en el otro extremo de la sala "mamiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii", justo cuando el pequeñito se había dormido y yo podía hacer uso de mi propio cuerpo; finalmente cuando mi cerebro resiste el cuarto o quinto reseteo del día logro extraer un poco de sinapsis a mis neuronas y obtengo al menos una frase no mediocre.

Ser madre es sublime, me explico: no es agradable, es extenuante, carece del relajante placer estético de lo bello y comparte mucho del horror y desmesura de lo grotesco... no obstante es una experiencia grandiosa, suerte de épica cotidiana, de exaltación espiritual y trascendente enajenación...

Lo que nadie te dice cuando no eres mamá es que después de serlo tu vida nunca volverá a ser tuya, que nunca volverás a dormir profundamente -al menos mientras tu(s) hijo(s) vivan en la misma casa, que recuperar tu figura de mamirruqui se volverá tema de un reality chou.. nadie te dice de la mierda, de las desesperaciones, de los desacuerdos, las incomprensiones... nadie te advierte sobre vivir eternamente dividida entre ser persona y ser madre... nos muestran las caritas redonditas, los angelitos dormidos, las ropitas cuchis de muñequitos, no los pañales cagados ni los cuajitos de buche (o "reflujo" como lo llaman elegantemente en las revistas sobre bebés para madres neófitas). O quizás tratan de decirnoslo pero somos incapaces de comprenderlo, nuestro hardware no admite esos programas hasta que no instalamos el dispositivo placenta...

Pero aquí entre nos, a manera de culposa confesión, mi peo mental, es decir, lo que me atormenta, es que el carajito grande me cae mal y yo no creí que fuera posible que eso pasara con tu propio hijo, claro que lo amo (o eso me repito todo el tiempo hasta que me lo creo) pero no sé por qué todo lo que hace me "saca la piedra" y hasta lo detestaría si no hubiera salido de mi vientre... para colmo soy mamá soltera, mi horario es algo así como 12/365-7/24; sin embargo yo trato de hacerlo cada día lo mejor posible en esta vida tan dura y bonita que elegí y aunque mi naturaleza es violenta e intolerante, recurro al diálogo, trato de ser cariñosa aunque todo el tiempo no me salga y sé que es un niño equilibrado, inteligente, fuerte, sano, con valores positivos, sensible, valiente y guerrero... o sea que tan mal no lo he hecho durante estos siete años... es sólo que soy hija de una mamá perfecta y como yo también soy perfeccionista quisiera ser tan buena como ella...

¿Quién le dice a uno que mucho de ser madre es aprender a vivir con el corazón arrugado???? y que quien no se desespere nunca con sus hijos que me tire la primera piedra...

abril 02, 2011

Buenas Intenciones

Un día sucedió que una hada medio fama vio a una fama medio esperanza aproximarse irremisiblemente al viscoso y verde abismo cronopial del cual ella había logrado salir hacía ya un tiempo, un poco maltrecha y con leves pérdidas materiales, precios insignificantes en comparación con la recuperación de la libertad. El caso es que aunque con toda su alma deseó disuadirla de su equívoco destino, le pasó como al loco del chiste, que da vueltas alrededor de un hoyo diciendo el mismo número y cuando alguien se asoma lo empuja y sigue la cuenta, esta hada refrenó el impulso samaritano que la invadía y calló, apenas un susurro ahogado de -!Cuidado!- escapó de sus labios al pasar por su lado,  porque Esperanza se deleitaba cayendo con cara de suprema satisfacción y Hada pensó que sería de mal gusto arruinarle la diversión. Vita brevis est. 
- Esa Fama medio Esperanza más bien parece una Esperanza medio Cronopia-  masculló para sus adentros nuestra amiga Hada Fama divagando en las probabilidades mestizas de las combinaciones Darwinianas mientras Esperanza se revolcaba con placer morboso en el verde fango melancólico del abismo supraemotivo de lagrimeo cronopial; sarna con gusto no pica como dicen por ahí.

enero 10, 2011

Visiones del Arrecife Azul (Serie, Técnica Mixta sobre Cartulina, Set/ Oct 2010)

Compartimientos Íntimos: Soy un arrecife con K, pero también una serpiente venenosa de montaña, categorías que conviven irreconciliables en mí. Una forma llena de  agujeros negros, un ecosistema que alberga millones de mundos y organismos, he sido dos planetas placentas, mi hogar es el cielo infinito y el mar más profundo, que son azules cuando los ilumina el Sol y cuando no son insondables; pero me toca poner los pies en la tierra y encender el fuego. Tengo un sueño recurrente, casi pesadilla, varía pero en esencia es el mismo, desde que soy niña, un diluvio arrasa todo, como en la Biblia y en todas las Cosmogonías, yo sobrevivo, a veces estoy flotando, a veces revuelta por la corriente, otras sumergiéndome más, respiro con comodidad en el agua, siempre me domina una inmensa paz. Después despierto y quedo aturdida por el mundo de la superficie. Por eso durante el tiempo que viví en una isla sufrí de claustrofobia geográfica.


Orillas
Insular
Unicornio pastando en el estómago de un pez monstruo

Raíz/Root

Equinoccio de Otoño

Oscilaciones del Núcleo


Llovió toda la madrugada

El vuelo de la avispa

La Inundación

Grietas y vórtices entre pilares azules
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