julio 23, 2006

Caída


Sin embargo, a pesar de los esfuerzos sostenidos, sucedió lo inevitable: Tanto como el cronopio como el hada insistían en hacer las cosas cada uno a su manera; él trataba de recrear un mundo cronopio viscoso y húmedo, ella cuidaba sus alas convalescientes y practicaba los vuelos bajos, procurando no salpicarse de la sustancia del cronopio. Jugaron a ignorar las actividades del otro, preferían creer que su acuerdo era armónico y equitativo. Mientras tanto cuidaban al pequeño y depositaban en él las esperanzas que recolectaban en sus paseos por el parque. Así fue hasta que los vuelos del hada ganaron altura y el cronopio, al tratar de alcanzarla, se estrelló. El cuento de hadas se contaminó de rutina y realidad y no fueron felices ni comieron perdices pero sobreviven...


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...