Compartimientos Íntimos: Soy un arrecife con K, pero también una serpiente venenosa de montaña, categorías que conviven irreconciliables en mí. Una forma llena de agujeros negros, un ecosistema que alberga millones de mundos y organismos, he sido dos planetas placentas, mi hogar es el cielo infinito y el mar más profundo, que son azules cuando los ilumina el Sol y cuando no son insondables; pero me toca poner los pies en la tierra y encender el fuego. Tengo un sueño recurrente, casi pesadilla, varía pero en esencia es el mismo, desde que soy niña, un diluvio arrasa todo, como en la Biblia y en todas las Cosmogonías, yo sobrevivo, a veces estoy flotando, a veces revuelta por la corriente, otras sumergiéndome más, respiro con comodidad en el agua, siempre me domina una inmensa paz. Después despierto y quedo aturdida por el mundo de la superficie. Por eso durante el tiempo que viví en una isla sufrí de claustrofobia geográfica. |